Reseña Estás muerta, nada puede dañarte

ESTÁS MUERTA, NADA PUEDE DAÑARTE

Autora: Nicola Maye Goldberg

Editorial: RBA

Páginas: 240

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

ISBN: 9788491874720

Saga: -

Precio: 19€

Muchas gracias a RBA por el envío del ejemplar.

SINOPSIS:

UNA NOVELA QUE ABRE NUEVOS CAMINOS AL GÉNERO NEGRO.
Para Sara Morgan todo acabó un día de 1997, cuando su novio, un esquizofrénico diagnosticado, la asesinó. Su trágica muerte afectó a muchas personas y en diferentes grados: desde su última familia hasta gente que apenas la conoció. Como una onda expansiva en cuyo centro se encuentra Sara, un coro de voces construye un intenso relato poliédrico, repleto de obsesiones, deseos incumplidos y frustraciones.

OPINIÓN PERSONAL:

Estás muerta, nada puede dañarte es un libro que estaba deseando leer pues, siendo sincera, cuando leí su sinopsis me quedé con muchísimas ganas de más, me parecía que no era la típica historia de novela negra a la que estamos acostumbrados y quería disfrutar la historia y ver lo que la autora, Nicola, nos podía ofrecer ya que, como siempre digo, estoy deseando probar la pluma de nuevos autores. Tras terminar Estás muerta, nada puede dañarte tengo que decir que es una historia fascinante, una obra que me ha encantado y, como esperaba, una historia sumamente original que, sin duda, no me cansará de recomendar. Si bien es cierto que posee muchos y buenos ingredientes, también es verdad que hay un detalle que no me terminó de gustar y que, con todo lo demás, comentaré al inicio de esta reseña.

Estás muerta, nada puede dañarte es una historia muy fácil de seguir pero a la vez muy dura y directa, es una obra que no se anda con rodeos y va directo al grano y, desde el primer momento, entenderemos como va a ser la trama y como está narrada la historia que, sin duda, para mí es lo más espectacular de todo. Como he dicho, cuando he leído la sinopsis llamó muchísimo mi atención una de las últimas frases de la misma, sentía que, aunque yo disfruto del género negro y del thriller que, basándose en eso, era una historia que nos podría ofrecer un giro radical en estos temas y salirse de los mismos. Sin duda alguna, Nicola Maye Goldberg se ha superado, muchísimo, con esta historia que es francamente original, si tuviera que definirla con un adjetivo sería ese y es que me ha dejado sin palabras y, sin entrar mucho en detalles de lo que se nos cuenta en cada capítulo si contaré el porque de esta originalidad. Cuando nosotros leemos una novela negra con thriller, nos encontramos una historia lineal, bien narrada por el protagonista o por alguno de los investigadores del caso pero, en esta ocasión, nos encontramos que, cada capítulo de la historia, está narrada por una persona que, de algún modo, tiene o tuvo mucho que ver en la vida de Sara Morgan, la joven asesinada. De esta manera, son terceras personas quienes toman la voz cantante y mezclado con sus problemas siempre sale a relucir algo relacionado con la protagonista de tal manera que el título "Estás muerta, nada puede dañarte" empieza a tener sentido cuanto más avanzamos en la historia. Sinceramente con decir que la historia está dirigida por terceras personas que tuvieron que ver, de alguna forma, con la vida de la protagonista ya digo mucho pero es necesario que se sepa el porque me ha impactado tanto y el porque digo que es sumamente original. Obviamente la historia no se trata sólo del asesinato de Sara, sino que en cada capítulo, si bien aparece de alguna forma, también es cierto que se nos narran problemas de los protagonistas de la misma, lo que además de ser una novela negra será una historia llena de drama, sentimientos y emociones a flor de piel y es que, si ya era suficientemente duro el hecho del asesinato a manos del novio, todo lo que acaece después de esto será verdaderamente brutal y el como marca las vidas de las personas que narran la historia también. Creo que es complicado lidiar con problemas personales y, a la vez, mezclarlos con el asesinato de la joven. Por supuesto, es una novela negra pero que da un giro de 360 grados a las novelas a las que estamos acostumbrados y es que, desde el inicio, ya se sabe quien es el asesino pero tengo que destacar algo, es una obra sumamente adictiva porque, en cada capítulo, se nos va dando más información y así juntamos las piezas de un puzle que, al inicio, parece que no logran encajar. Puede deducirse, por tanto, que nos encontramos ante una historia llena de misterio y mucha intriga, muchísimo drama e incluso está presente, en cierto momento, la venganza y otros oscuros sentimientos que le aportan a la obra precisamente eso, oscuridad. Creo que pese a ser una obra tan distinta hace que el lector disfrute más de ella pues, en lo que a mi respecta, me ha supuesto algo totalmente nuevo y único y, sin duda, me encantaría repetir. Tengo que decir que, en algunos capítulos, no sólo se nos narra la historia de Sara, sino que la entremezclan con otras historias de asesinatos o secuestros lo que, sin duda, la hará aún más emocionante. Con respecto a los personajes debo decir que, como cada capítulo está narrado por uno distinto y, a la vez, conoceremos detalles de otros, lo cierto es que todos y cada uno de ellos están sumamente bien creados y caracterizados por su manera de hablar. Con respecto al final, según nos vamos acercando hacia el final del libro los capítulos, de alguna forma, se hacen más personajes, los implicados son personajes más especiales y no quiero revelar el porque pues debe ser el lector quien los descubre pero, sinceramente no me esperaba que fuera una historia de evolución que fuera en aumento y eso es precisamente lo que nos encontramos. Sin entrar en detalles de cuando ni como, debo decir que hay un capítulo narrado por Sara y ese es precisamente el único defecto que le he encontrado a la historia y es que, si bien me ha encantado, creo que entre medias de las distintas narraciones que, por cierto, tanto están en pasado como presente, me hubiera gustado que hubiese más capítulos narrados por Sara y, de esta manera, creo que sería una historia impresionante.

La pluma de la autora es, sencillamente, perfecta, elegante, sencilla pero a la vez directa y sumamente adictiva, lo cierto es que me he enamorado de la forma tan simple y especial que tiene de escribir y, si he de decir algo más, es que tiene una pluma tan versátil que logra ponerse en la piel de todos los personajes de la historia y hacer de ellos de una manera fascinante. Además, creo que tiene una mente increíble por lograr dar un giro a la novela negra y ofrecernos una historia tan maravillosa y bien llevada.

El ritmo, a su vez, es muy ágil y constante, se mantiene así desde el principio y esto hace que, pese a sus más de 200 páginas, se lea en un auténtico suspiro, en apenas unas pocas horas a la par que disfrutando, casi por completo, de ella.

La narración, como he comentando, está hecha en tercera persona desde los distintos puntos de vista de los personajes relevantes en la historia y esto es lo que tiene de original a la par que, además, cada capítulo pone el nombre del personaje al que le toca narrar de tal forma que eso ayuda muchísimo a no desconectar, en ningún momento, de ella y seguirla hasta el final.

La edición, en su interior, exceptuando por lo que acabo de comentar, es muy sencilla, sin nada que destacar y, con respecto a la portada, tengo que decir que me gusta muchísimo más que las originales, me parece elegante, oscura y llena de misterio.

En conclusión, Estás muerta, nada puede dañarte es una historia fascinante, una obra increíble llena de drama, novela negra, por supuesto, dada no sólo por el caso de Sara sino por otros que se nos nombra a lo largo de los capítulos tan originales que tenemos en esta historia y los cuales ya he comentando y por poseer muchísima oscuridad pero también intriga y misterio a la par que emoción y sentimiento. Con personajes bien creados y caracterizados por su manera de hablar, la pluma de una autora que es exquisita, sencilla pero a la par sumamente versátil y por tener una edición que invita a su lectura, Estás muerta, nada puede dañarte, para mí, decae por el hecho de que creo que sería necesario que, a lo largo de todo el libro, hubiera más capítulos narrados por Sara y no tan pocos como nos encontraremos.

CASI MÁGICO